La tertulia


Sólo para los iluminados

Angélica Ortiz


Se define como tertulia a la reunión informal y periódica de gente interesada en temas determinados, no basta con estar interesado en “temas determinados y de común acuerdo” sino que dicha reunión tiene como función la retroalimentación, es decir, una tertulia sirve para informar y compartir, además de debatir, opinar y cosechar ideas con un sustento en forma. Normalmente el fin de las tertulias es aportar puntos de vista que de alguna forma contribuirán para mejorar la sociedad o por lo menos busca sacarla de lo cotidiano con sus enviados especiales que se dan a la tarea de contar y cantar nuevas historias, versos, ideales, inconformidades, puntos de vista y mundos que no conocíamos. 

De origen español, las tertulias conservan su nombre hasta hoy, tanto así que nos hemos dado a la tarea de construir una revista que en el nombre lleva el cometido. Las tertulias comienzan en el mundo de las pequeñas cosas, comienzan con citas casuales entre locos e idealistas, con encuentros informales que terminan en puntos de reunión, algunos un poco más formales como los talleres de lectura y opinión que sirven para tomar café, intercambiar miradas pero sobre todo intercambiarnos a nosotros mismos por medio de la palabra. 

Además encontramos tertulias en medios como la radio, la televisión e internet, la opinión y la crítica son su fuerte, generan posturas en el público e informan sin fines retorcidos (como el duopolio televisivo) acerca de lo que te hace bien y debe interesarte.

Tertulios a continuación una brevísima historia acerca de las tertulias más importantes y representativas. Para que se decidan de una vez a colaborar con nosotros, léanse la siguiente información. 

El breve recorrido por las tertulias

Algunos afirman que la tertulia proviene de un teólogo cuyo nombre era “Tertuliano”, en tal caso, es necesario hacer mención de las academias literarias del Siglo de Oro: La Academia de los nocturnos, La de Sevilla, la Academia Mantuana a la que asistió el famosísimo Lope de Vega,

Otros dicen que la tertulia comenzó con las reuniones de intelectuales en la que se comentaban y criticaban las obras de teatro más representativas de aquel entonces, los bailes de Bella Unión se conformaron por reuniones más informales pero del mismo carácter de reunión o en Cádiz encontramos un ejemplo claro de tertulias en las que además de bailar y celebrar, la opinión pública se empezaba a conformar.

«El Café de Levante ha ejercido más influencia en la literatura y en el arte contemporáneo que dos o tres universidades y academias». 
Valle-Inclán

Durante el siglo XX las tertulias abundaban, uno de los más reconocidos es el Café Levante, que permaneció hasta la guerra Europea, ubicado en Madrid. Se daban cita en él, artistas, literatos y jóvenes que hablaban de nuevas corrientes.

En el café del gato negro, por ejemplo, se daban cita pintores, escritores, dramaturgo extranjeros y en su mayoría compartían un  estilo modernista, el café del gato conectaba con el Teatro de La Comedia, fue uno de los más concurridos debido a su ubicación y a las personalidades que acudían.

Otra de las famosas tertulias es la de Rinconcillo en Granada, se llevaba a cabo en el Café Alameda, ubicado en la Plaza del Campillo, el rincón de la tertulia era acompañado por un quinteto musical. Francisco Soriano era el que facilitaba los textos rusos además de la música contemporánea que se desarrollaba en Europa, En esta tertulia participaron Francisco y Federico García Lorca, Fernando de los Ríos, socialista y ministro de Justicia e Instrucción Pública, Manuel de Falla, compositor, y algunos otros. 

Ellos conformaban a los “rinconcilistas” reconocidos por su carácter más escandaloso en el inframundo de las tertulias, por los textos que se le atribuyen a Lorca y además, por acoger personajes tan variados y talentosos.

Esta es la historia de las pequeñas cosas, de los pequeños lugares y de los grandes como García Lorca que nos han dejado un legado que seguir.

“La poesía nueva debe hacerse al aire libre”

A pesar de los riesgos y la crítica social, el resurgimiento de la poesía es encabezado por el grupo “Versos al Aire Libre”, A las reuniones al aire libre asistían además de poetas, narradores, periodistas, fotógrafos, escultores, pintores: era una diversidad de artistas que comentaban y leían poesía. Emilio Orozco y Antonio Gallego Morell respaldaban a los tertulianos.

Las cosas no fueron tan sencillas, a cada reunión asistían miembros de la policía asignados por el Gobierno Civil que emitía un permiso para que la reunión se efectuara.



Si en un futuro, alguien se dedicara a hablar de las tertulias, seguramente los literatos, periodistas, amantes de las letras y radicales que buscan un cambio en su sociedad serían los protagonistas, seguramente se narrarían historias o rumores de las reuniones que se efectuaban con fines políticos, se escucharía del surgimiento de los poetas de “aquellos” tiempos y se haría mención de los lugares más concurridos en los que se daban cita los ahora tertulianos, seguramente se hablaría de represión e intolerancia, pero seguramente la historia de nuestras tertulias sería una buena historia.

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